Incremento de la migración femenina hacia los Estados Unidos de América.

Abstract

Los procesos migratorios entre México y Estados Unidos son centenarios y han sido objeto de un número muy importante de investigaciones de corte social. Se puede decir que la migración de trabajadores inició el mismo año en que nuestro país: México, perdió la mitad de su territorio por la guerra con Estados Unidos. En 1848 se firmó el Tratado Guadalupe Hidalgo mediante el cual se reconocía la entrega del territorio de California (que abarca lo que actualmente son los estados de Arizona, Nuevo México y el propio California) que sumados al de Texas que se había separado de la naciente República Mexicana en 1835 y se había anexado a los Estados Unidos en 1845 después de haber vivido su propia independencia, constituían la mitad de la extensión superficial de México. En el mismo año de la anexión de California se descubrieron grandes vetas de oro y con ello, llegaron trabajadores, inversionistas y comerciantes de todo el mundo; la “fiebre del oro” fue uno de los más importantes fenómenos migratorios de los Estados Unidos. De México en particular, emigraron mineros sonorenses a poblaciones cercanas a Sacramento que es la Capital del estado en la actualidad y que está ubicada a medio centenar de kilómetros de donde inició el descubrimiento del oro (Coloma California). De entonces a la fecha y con grandes variantes, no ha parado el flujo de migrantes de México a California y a los otros estados que nuestras administraciones políticas de la época no pudieron gobernar principalmente por las grandes dificultades que significaba el no haberlos poblado; paradójicamente ahora que no son de México están siendo sobrepoblados por mexicanos. De la totalidad de trabajadores migrantes originarios de nuestra república y radicados en Estados Unidos en la actualidad, son estos territorios además de Illinois al norte, donde se ubica a la gran mayoría; el caso de la ciudad de Chicago (del estado de Illinois) es inédito porque está ubicado a una distancia muy grande de los asentamientos mexicanos de los cuales parten los trabajadores, porque el clima es extremadamente diferente a los que están acostumbrados los trabajadores mexicanos y también porque las costumbres (incluido el idioma) son muy diferentes a los que han estado habituados los mexicanos. Un papel determinante para que se desarrollara la ciudad de Chicago como fuerte polo de atracción de mano de obra latina ha sido el desarrollo de redes sociales que se vienen fortaleciendo desde que los primeros connacionales se asentaron en esas latitudes.