Territorial development: between innovation and technological change

Abstract

Resumen La mayoría de los estudios regionales coinciden en que los análisis sobre el territorio refieren por esencia a un espacio geográfico determinado, el cual conlleva en sí mismo determinados elementos naturales como sus plantas, animales, montes, valles, ríos o lagunas; es decir, todo territorio o región ostenta una serie de recursos que lo caracterizan y le dan vida. Sin embargo, si la región la redujéramos al aspecto geográfico, posiblemente centraríamos su análisis en el relieve o altura de sus montañas, en sus montes, valles, a la composición de sus recursos energéticos, o a la variedad de su flora y fauna, es decir, se destacarían esencialmente sus aspectos naturales, y se dejaría de lado la presencia humana, lo cual implicaría una visión pasiva del análisis regional. Sin embargo, a pesar de que puedan existir lugares en los que no exista la presencia de individuos, su análisis o estudio requiere necesariamente de la figura por lo menos de quien investiga. Existe entonces una diferencia entre lo que se considera “la región” y lo que se aborda como “regionalización”. La primera categoría implicaría la existencia real y objetiva de un espacio determinado, la segunda, la forma en la que se emprende por el investigador o como se apropian sus habitantes de ese espacio y como se gestan sus interrelaciones, que por lo demás está decir, resulta una tarea ardua hacerlo en toda su dimensión o magnitud. Es decir, resulta muy complejo estudiar una región en la que se abarque todos sus aspectos: físicos, biológicos, naturales, políticos, sociales y culturales al mismo tiempo. Ya que a pesar de que su abordaje es por excelencia un estudio multidisciplinario, en todos los análisis que se realizan, se potencia el punto de vista de una de las disciplinas del saber. Abstract Most regional studies agree that territorial analysis essentially refers to a specific geographical area, which carries with it certain natural elements such as plants, animals, mountains, valleys, rivers, or lakes; that is, that all territory or region boasts a number of resources that characterize it and give it life. However, if we reduce the region only to the geographical aspect, we possibly would focus the analysis on the relief or height of its mountains, its valleys, the composition of its energetic resources, or its flora and fauna variety; that is, highlighting its natural aspects and leaving aside any human presence, which would imply a passive vision of the regional analysis. Although there may be places where the presence of individuals does not exist, the analysis or study of that place necessarily requires at least of the presence of the person in charge of the research. Therefore exists a difference between what can be considered “the region” and what can be addressed as “regionalization”. The first category involves the real and objective existence of a determinate space. The second category contain the approach made by the researcher or the way that inhabitants appropriates a space, and how their relations emerge –an arduous task to do in all its magnitude–. It is very complex to analyze a region that covers all its aspects at the time: physical, biological, natural, political, social, and cultural. This complexity exists because even though its analysis is multidisciplinary, in all possible analysis we can make, the point of view of one discipline will always be enhanced.